Los padres de Álex son empresarios de éxito. Lo cual podría sonar bien, si no fuera porque siempre andan viajando. Y en vez de llevar a Álex con ellos, lo meten en internados muy lujosos y muy aburridos. Menos mal que Álex tiene alma de aventurero... ¡y menos mal que el perro Gandhi está a su lado para echarle una pata!
Reseña de la editorial