La señora Bartolotti vive bastante feliz, aunque la gente la considere rara. Se dedica a tejer alfombras en casa y a comprar por catálogo. Un día recibe por correo una gran lata con un niño dentro y, obligada por las circunstancias, tendrá que cuidar de él. Y lo hará de forma muy original y divertida.
Reseña de la editorial