Una simpática historia con una estética sencilla y colorida pensada para los más pequeños, para mirar y para escuchar. Sencilla, tierna y divertida. La originalidad de las ilustraciones de Raquel Bonita a través de unos animales muy especiales. Un cuento que nos habla de compartir, pero también de no dejarse avasallar.
Reseña de la editorial