Archibaldo y su papá contemplan las golondrinas que
vuelan hacia tierras lejanas. Ese viaje genera en el
niño muchas preguntas que el padre contestará con
sensatez, ternura y paciencia, reasegurándolo en esa
difícil y hermosa travesía que es el crecimiento.
Después de Mi amor y Un amor de hermanita, llega
esta nueva historia del pequeño Archibaldo.
En esta ocasión el cuento se apoya en ese vínculo
fundamental que se debe construir entre un padre y
su hijo. Ambos comienzan un diálogo filosófico, íntimo,
sencillo pero profundo, en el cual todas las dudas,
los interrogantes, los temores, las angustias del
pequeño se colman y se calman con cada respuesta
de su papá. Respuestas que salen de la experiencia y,
especialmente, del amor.
Una narración clara y fresca, con ese ritmo repetitivo
que seduce a los más pequeños, acompañado de delicadas
ilustraciones, en la misma línea que los libros
anteriores.
El libro perfecto para enseñarles a los niños que cuestionarse
el mundo, los sentimientos y la existencia es
válido y necesario. Y que los padres están a su lado
para contenerles y darles impulso.
Ideal para jugar en familia a inventar nuevas preguntas
y ensayar diferentes respuestas, para crear momentos
entrañables, para acompañar a los hijos por la senda que elijan y hasta donde ellos quieran llegar.
Reseña de la editorial