La segunda novela de Kurt Vonnegut, publicada en 1959, le valió el reconocimiento del público y de la crítica. Un escandaloso revolcón por el espacio, el tiempo y la moralidad. Una desoladora mirada sobre el ser humano y su supuesto libre albedrío. Una sonora carcajada frente a la insignificancia de nuestros principios y nuestras pasiones, sometidos inexorablemente a los designios del Dios Indiferente.
Reseña de la editorial